Otro dato que me llama la atención es que se da doblemente en las mujeres que en los hombres, se supone que es porque los factores genéticos y educativos han hecho que las mujeres, ante un suceso estresante, tienden a «rumiar» más e indagar sobre sus estados emocionales negativos amplificándolos, y que los hombres han aprendido, evolutivamente, otras estrategias que distraen la atención en otras actividades.
El nivel socioeconómico no tiene influencia directa sobre la epidemiología de la depresión, cosa que es un poco incoherente,¿no? Es decir, se supone que las personas que están en situaciones más precarias tendrían más elementos negativos en sus vidas, y por tanto estarían más en riesgo para padecer depresión, quizás esto hace que valoren más las cosas positivas de sus vidas. También se suele decir que la depresión sólo la tienen la gente «de dinero», pero ya veis, no es así.
También encontramos diferencias en los sitios donde viven las personas. En lo medios urbanos es dos veces más frecuente que en medios urbanos, ¿a qué puede deberse esta diferencia?
Además de esto, se ha comprobado que en estudios longitudinales, que la tasa de depresión y suicido ha aumentado 10 veces en las personas de entre 20-39 años, en comparación con hace 30 años. Ha disminuido la edad de comienzo de la depresión y además, este aumento de tasa afecta especialmente a los hombres, lo que nos demuestra que los patrones están cambiando. Algunos autores hablan de la Era de la Melancolía.